Sexo borracho con la gran polla de mi novia

Después de una noche de intenso trago, mi novia y yo nos encontramos en su casa, listos para disfrutar de un poco de sexo caliente.Llevaba toda la noche anhelando su gran verga, y el alcohol solo agudizaba mis deseos.Cuando empezamos a enrollarnos, nuestros cuerpos se entrelazaban en un abrazo apasionado, me encontré chupando ansiosamente su miembro palpitante.El sabor de ella, combinado con la intoxicante sensación de su dura verga en mi boca, fue abrumador.Nos mudamos a su baño, donde ella hundió ansiosdamente su verga en mí apretado agujero, nuestros gemidos resonando en las paredes en mosa.La acción a pelo fue intensa, su gran vergota llenándome, estirándome hasta el límite. El placer fue abrumador, el alcohol sólo amplificaba cada sensación.Mientras ella seguía cogiéndome, pude sentir el calor acumulándose dentro de mí, hasta que finalmente, me llenó de su carga caliente.La vista de su corrida goteando por mi agujero fue suficiente para llevarme al borde, mi cuerpo convulsionaba del placer.El recuerdo de aquel encuentro de ebrios aún persiste, un testimonio de la pasión cruda y sin filtros de nuestro amor haciendo.